Primeramente la tortuga de la izquierda (la buena), es una copia pirata de las archiconocidas tortugas (ya algo viejita), he de haber tenido como 7 o 8 años cuando me la compraron, y sinceramente ¡nunca me percaté que no era original! fue hasta hace poco que la reencontré por ahí arrumbada en mi cuarto y me fijé que era “piratona”. Pero ¡qué mas da! Trajo mucha diversión, por eso la etiqueto como la buena.
Del otro lado tenemos a la figura original, de las que sacaron a la venta a raíz que salió su nueva serie animada en televisión. El contraste es notorio, el nuevo diseño de la tortuga está muuuy bien logrado; la calidad de los detalles en los “juguetes” de hoy se ha superado, lamentablemente no puedo decir lo mismo de su durabilidad y aguante.
Generalmente cuando un producto tiene éxito, al poco rato (sino es que antes) sale su copia pirata mucho más barata y a veces por la situación económica que se vive es posible que optemos por la copia. Lo peor es comprar algo cuando crees que es original y te salió todo chafon, pero en el caso de comprar algo intencionalmente “chafon” puede que no sea tan “malo”, ya va depender de cada quien y sus circunstancias.
Si tuviera un hijo (7-8 años) que quisiera X juguete de moda con cientos de accesorios perdibles y que cuesta toda mi quincena, yo sí me inclinaría por la copia pirata y que a esa sí que le haga todo lo quiera. En fin, este es mi punto de vista, de preferencia hay que comprar productos originales para no darle en la torre a la economía.
Saludos!
PD. Nunca me tocó ver un Playmobil pirata, esos sí que aguantaban los golpes.
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