De la guerra de las tarifas publicitarias con Grupo Carso, Televisa y TV Azteca pasaron en menos de una semana a la guerra de las tarifas de interconexión con Telcel y Telmex, agrupando a las empresas de telecomunicaciones afines a sus intereses, en medio de la indolencia de las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de la Cofetel y del Congreso, mientras que un documento emitido por la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) generó un enojo generalizado entre los principales actores de esta disputa.
El 2 de marzo pasado, el mismo día que el presidente de la Cofeco, Eduardo Pérez Motta, hizo público un documento en el que sugirió que disminuyan las tarifas de interconexión en telefonía, que las autoridades autoricen el cambio de título de concesión de Telmex para dar servicios de televisión restringida y que se licite otra cadena de televisión abierta, distintos operadores de telecomunicaciones se agruparon para exigirle al gobierno federal que aplique una regulación procompetencia en materia de interconexión.
El grupo encabezado por las empresas filiales de Televisa (Sky, Cablevisión, Televisión Internacional, Bestel, Cablemás) y por las de TV Azteca (Iusacell-Unefon, Total Play) más otros grupos como Axtel-Avantel, Megacable y Nextel advierte que están dispuestos “a no cobrar por la interconexión a Telcel a cambio de un trato recíproco para beneficiar a todos los usuarios de la telefonía en México”.
Reclaman “bajar los altos costos de las telecomunicaciones”; y prometen “obtener un mínimo de 73,500 millones de pesos” para beneficio de los consumidores, “mejores servicios y calidad en las redes de telecomunicaciones” y “pago justo por los consumos en servicios de telecomunicaciones”.
La “cargada” de las televisoras olvidó algunos detalles. Algunas empresas como Cosmored, que aparece en el grupo conocido como Tucotel (Todos unidos contra Telcel) ni siquiera firmó ni le consultaron, según confirmó Proceso. Otras empresas pequeñas como Cablevisión de Apatzingán, Telecable El Grullo, Televisión de Teocaltiche, son pequeñas empresas regionales de televisión por cable que ni siquiera ofrecen servicios de telefonía y algunas más se sumaron por las presiones del presidente de Alejandro Puente, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Televisión por Cable (Canitec), organismo que es dominado por las empresas cableras asociadas a Televisa.
Paradójicamente, uno de los adversarios históricos de Telmex-Telcel, la empresa Telefónica-Movistar, dirigida por Francisco Gil Díaz, no firmó este desplegado. En diciembre de 2010 estas empresas dieron a conocer en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo para fijar una tarifa de interconexión de 95 centavos que bajará gradualmente hasta 69 centavos en 2014.
El documento original de la Cofeco, enviado al Congreso el 28 de febrero de 2011, advierte que la disputa por las tarifas de interconexión se ha convertido en “barrera artificial a la entrada y la insuficiente competencia en televisión”. El acuerdo en interconexión constituye una de las condiciones para que la SCT pueda autorizarle a Telmex el cambio de su título de concesión y ofrecer servicios de televisión restringida.
Sin embargo, el documento de la Cofeco advierte en dos de sus puntos medulares varios problemas que generaron el disgusto de Telmex-Telcel:
“Las condiciones de interconexión son una causa central del rezago del mercado de las telecomunicaciones en México en términos de precios y disponibilidad de servicios para la población…
“La tarifa aplicada en México es 43.5 por ciento superior al promedio de las que aplican los países de la OCDE que se rigen por el esquema ‘el que llama paga’”.
Cofeco advierte que si la tarifa de interconexión de los teléfonos móviles en México disminuyen al promedio de los países de la OCDE los precios de telefonía móvil y fija “se reducirían en 18.3 y 9.4 por ciento, respectivamente. Esto representaría beneficios para los consumidores mexicanos equivalentes a 6 mil millones de dólares anualmente”.
El Veto a la Competencia en Televisión.
Para las televisoras y sus empresas filiales o aliadas en telefonía la crítica a las altas tarifas de interconexión es lo válido del documento de Cofeco, pero hicieron mutis frente a la otra parte sugerida por Pérez Motta: la necesidad de abrir la competencia en materia de televisión abierta y que Telmex ingrese a la competencia de televisión restringida, en beneficio de 3.8 millones de hogares.
El organismo antimonopolio recordó que desde noviembre de 2006 adviritó que en materia de contenidos audiovisuales existe “una alta concentración en el mercado de la televisión abierta: Televisa y TV Azteca abarcaban el 96.8 por ciento de la audiencia de televisión abierta, así como prácticamente la totalidad de los ingresos publicitarios en este medio…A pesar de que han pasado más de 4 años, no ha habido cambios estructurales que reduzcan significativamente la concentración en los mercados de televisión abierta comercial”.
La Cofeco “ha determinado que Televisa tiene poder sustancial en el mercado de televisión abierta y que la televisión abierta es un insumo esencial para ofrecer el servicio de televisión restringida”, advierte el documento enviado a los legisladores.
Pérez Motta advierte que las autoridades de telecomunicaciones han señalado que hay espectro disponible para por lo menos una cadena nacional adicional y, por tanto, “este espectro debe licitarse a la brevedad, para ampliar las opciones e intensificar la competencia en televisión abierta, en beneficio de los consumidores y de los usuarios de servicios públicos”.
“Sólo eso nos faltaba, que exista ahora un nuevo Berlusconi en México”, se quejó un alto funcionario de Televisa, al conocerse esta parte de la opinión de Cofeco, según comentaron distintas fuentes a Proceso.
Consultado vía telefónica, Pérez Motta advirtió que “formalmente no ha habido ninguna reacción ni respuesta” al documento que dio a conocer el 2 de marzo y consideró como “normal” que su posición hubiera generado descontento entre los principales actores.
-¿Este nivel de conflicto no significa la ausencia de un árbitro regulador? –se le cuestionó.
-El conflicto representa una oportunidad para resolver el problema, en beneficio de la sociedad –atajó el presidente de la comisión.
Pérez Motta fue cuestionado sobre el recurso de inconformidad que interpuso Televisa ante la Cofeco, a principios de este año, en contra de la sociedad establecida por Telmex-MVS y EchoStar en la empresa Grupo Dish y que se convirtió en uno de los detonantes del conflicto reciente (ver “Caso Aristegui, el Trasfondo”, Proceso, No. 1789).
El presidente de la comisión informó que este recurso aún está en el ámbito de la Secretaría Ejecutiva de la Cofeco y aún no ha pasado al pleno. Puede ser desechado por “notoriamente improcedente” o darle trámite para que lo analicen los integrantes del pleno de Cofeco.
La Disputa Bestel-Telmex
Otro flanco abierto en esta guerra de los gigantes de las telecomunicaciones fue la información publicada por Reforma de que Bestel, filial telefónica de Televisa, ha incumplido con los plazos para desplegar la red de telefonía interna en el ISSSTE, de acuerdo con los términos de la licitación que ganó Bestel por 2,080 millones de pesos y que fue impugnada por Axtel y Telmex.
En respuesta a la información de Reforma, Miguel Angel Compeán Palacios, director general Corporativo de Comunicación de Televisa, firmó una inserción pagada en varios medios impresos donde responsabiliza a Telmex de ser el causante del retraso de Bestel y acusa al periódico de ser parcial en su información.
El 2 de marzo, Telmex emitió un inusual comunicado revelando que el ISSSTE “adjudicó una red 25 por ciento más cara que la ofrecida por Telmex. Telmex presentó una oferta por 1,661 millones de pesos, mientras que la de Televisa fue de 2,080 millones de pesos. Esto implica una afectación por 419 millones de pesos a los intereses del ISSSTE. ¿Son éstos los altos costos de Telmex a los que se refiere Televisa en su comunicado?”.
La empresa telefónica detalló que ellos han entregado 253 enlaces, de un total de 585 contratados por Televisa y confirmó que ellos le reportaron ante la Secretaría de la Función Pública, el 25 de febrero de 2011, las presuntas irregularidades de la licitación, “avaladas por el testigo social nombrado por el gobierno, Alejandro Frank Díaz”.
Compeán Palacios volvió a defender la posición de Bestel. En otro comunicado del 4 de marzo, el vocero de Televisa afirma que “la realidad es que Telmex no aprobó las pruebas técnicas de la mencionada licitación del ISSSTE, con lo que fue descalificado. Desde esa fecha ha incumplido con las obligaciones en su título de concesión para otorgar a otras redes ‘acceso de última milla’ a las oficinas y hospitales del ISSSTE”.
Otro frente de conflicto aún abierto es el de la licitación de una red de voz y datos en el Instituto Mexicano del Seguro Social por 2 mil 150 millones de pesos y para los próximos 47 meses. Bestel impugnó el 9 de noviembre de 2010 las bases de licitación, argumentando que estaban configuradas para beneficiar a Telmex, empresa que tiene el contrato desde hace 4 años.
El juez Francisco Javier Rebolledo le otorgó la suspensión provisional a Bestel, pero un tribunal colegiado de circuito, en diciembre de 2010, revocó la suspensión otorgada a favor de la filial de Televisa.
La impugnación coincidió con la campaña de Televisa en contra de una presunta “red de corrupción” en el Seguro Social, a partir de unas grabaciones telefónicas. Y también con el inicio de su guerra abierta en contra de Telmex.
Con informacion de: Homozapping
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