Ocuparme de mí un rato, hace mi actividad diaria más dinámica y divertida. Ahora tengo más amigos y me siento muy bien. Sigue estos consejos que te voy a dar y después de una semana de entrenamiento te escucharás diciendo en poco tiempo lo mismo que yo. ¡Ok! Aquí vamos... imprime esta página y pégala en tu dormitorio.
Mi primera rutina de entrenamiento para bajar de peso fue dejar de dar vueltas en la cocina, así que ya no realizo tantos viajes hacia allá y estoy segura que hasta la puerta de la nevera me lo agradeció. Me di cuenta que ya no tenía energía para levantarme a poner una película en el DVD o ir a otro cuarto, arreglarme para salir, en fin... no tenía ánimos de nada.
¡Una gran patata sobre la cama!
Ser el centro de las burlas de mis amigos, la escuela y de mi casa no es muy agradable. La frase venenosa era: "Mírala, es cómo una gran patata en la cama"; pero ahora ya no me la pueden decir; y a la gente ya se le ha olvidado... ¡afortunadamente!!!. En ese tiempo ya no quería ir a ningún lado o hacer nada, siempre me sentía muy agotada física y mentalmente, y eso fue lo que ya no me gusto y me inquietó mucho. Ya no me sentía bien, además me di cuenta que no lucía bonita. En algún momento de mi vida y sin darme cuenta había dejado de cuidarme, y tan solo tenía 19 años, ¡Uau!... una de las mejores etapa de mi vida.
Mi primera rutina de entrenamiento para bajar de peso fue dejar de dar vueltas en la cocina, así que ya no realizo tantos viajes hacia allá y estoy segura que hasta la puerta de la nevera me lo agradeció. Me di cuenta que ya no tenía energía para levantarme a poner una película en el DVD o ir a otro cuarto, arreglarme para salir, en fin... no tenía ánimos de nada.
¡Una gran patata sobre la cama!
Ser el centro de las burlas de mis amigos, la escuela y de mi casa no es muy agradable. La frase venenosa era: "Mírala, es cómo una gran patata en la cama"; pero ahora ya no me la pueden decir; y a la gente ya se le ha olvidado... ¡afortunadamente!!!. En ese tiempo ya no quería ir a ningún lado o hacer nada, siempre me sentía muy agotada física y mentalmente, y eso fue lo que ya no me gusto y me inquietó mucho. Ya no me sentía bien, además me di cuenta que no lucía bonita. En algún momento de mi vida y sin darme cuenta había dejado de cuidarme, y tan solo tenía 19 años, ¡Uau!... una de las mejores etapa de mi vida.
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